La semana pasada os enseñaba unas cuantas compras que hice en Primark. La verdad es que me emocioné mucho cuando vi que una de mis velas favoritas estaba de nuevo a la venta, tanto que apenas me paré a olerla. Así que cuando llegué a casa y la tuve en mis manos noté que algo había cambiado. Algo era diferente.
Subí a la habitación a por mi pequeño tesoro, la antigua Cotton Fresh para poder comprar los olores. Lo primero que vi es que el nombre parecía el mismo... pero no lo era. Habían intercambiado el orden. Y el orden de los factores no siempre es cierto que no afecte al producto. Al tenerlas juntas me di cuenta también de que el olor no era el mismo.
La versión antigua, Cotton Fresh es más intenso y floral, muy similar al aroma del suavizante Flor de toda la vida. Sin embargo el olor de Fresh Cotton es más parecido al del detergente, con un toque más cítrico y que recuerda al jabón. Al encenderlas la diferencia es más sutil, pero en cuanto a la intensidad la versión antigua vuelve a ganar a la nueva, y eso que lleva conmigo más de un año.
Y es que un pequeño cambio puede suponer una gran diferencia.
Estos cambios arruinan una bonita relación cliente-producto-marca.
ResponderEliminarBesos!
Totalmente, sobre todo cuando cambian algo que se vende y gusta.
EliminarSi es que a veces cuando reformulan las cosas... la fastidian por completo xD ¡Un beso!
ResponderEliminarMás bien casi siempre... :(
EliminarDa una rabia... porque te llevas el chascazo.
ResponderEliminarY porque pierdes la esperanza de volver a encontrarlo :(
EliminarJo pues molesta eso, que pensaras que er igual y nanai...
ResponderEliminarPues si, fue una decepción...
Eliminar