Pues si, esta es la última cajita que me queda por enseñaros, mi pequeño tesoro. Aquí tengo todas las muestras de perfume que voy recopilando, algunas a la espera de ser probadas, otras a la espera de usarse en alguna ocasión y otras simplemente conservadas por puro coleccionismo, para poder disfrutar de su aroma de vez en cuando.
Sobretodo aquellos perfumes especiales que evocan algún recuerdo o alguna sensación en cuanto los percibo, esos son mis favoritos.
Y es que, en el caso de los perfumes, la mejor forma de probar uno y darlo a conocer es mediante una muestra que puedes usar tranquilamente en casa, observando como el aroma se adapta a ti, como evoluciona, su duración e intensidad. De esta forma podemos estar seguras que ese perfume va con nuestra personalidad, con nuestro gusto y con nuestras expectativas.
Recordad que los perfumes siempre han de probarse en la piel, los papeles secantes están muy bien para comprobar un aroma si estamos buscando un regalo pero, si es para nosotros, es necesario saber la evolución que ese perfume tendrá sobre nuestra piel, que puede ser totalmente distinta a lo que apunta en un principio.
Se que esta no es una caja que vaya a disminuir de tamaño porque constantemente están saliendo nuevos perfumes al mercado y, como buena amante de la perfumería, cada vez que aparece un nuevo lanzamiento procuro hacerme con una muestra para probarlo y poder disfrutar de esa nueva (o no tan nueva) combinación de aromas sacados de la imaginación de algún perfumista.